Archivo de febrero 2009

25
Feb
09

Sexus by Henry Miller.

tapies1

[«… Lo que pasa es que en la actualidad el arte es un lujo. Yo podría salir adelante sin leer nunca un libro ni mirar un cuadro. Tenemos muchas otras cosas: no necesitamos libros ni cuadros. La música, sí… la música siempre la necesitaremos. No necesariamente buena música…, pero música. En cualquier caso, ya nadie escribe buena música… Tal como yo lo veo, el mundo se está echando a perder. No se necesita demasiada inteligencia para salir adelante, tal como están las cosas. De hecho, cuanto menos inteligente eres, mejor posición tienes. Todo está organizado de tal modo, que te sirven las cosas en bandeja. Lo único que necesitas es saber hacer una sola cosita medianamente bien; te afilias a un sindicato (o a un partido político), haces el menor trabajo posible, y cuando te jubilas, te pasan una pensión. Si tuvieras alguna inclinación estética, no podrías pasar por la estúpida rutina año tras año. El arte te vuelve inquieto, insatisfecho. Nuestro sistema industrial no puede permitir que eso ocurra: así, que te ofrecen pequeños sucedáneos tranquilizantes para hacerte olvidar que eres un ser humano. Pronto no habrá arte en absoluto, te lo aseguro. Habrá que pagar a la gente para que vaya a un museo o para que escuche un concierto. No digo que vaya a seguir así para siempre. No, justo cuando lo tengan todo afianzado, cuando todo vaya como la seda, cuando ya nadie proteste, cuando nadie esté inquieto ni insatisfecho, se vendrá abajo. El hombre no está destinado a ser una máquina. Lo curioso de todos esos sistemas utópicos de gobierno es que siempre están prometiendo liberar al hombre…, pero primero le hacen funcionar como un reloj con cuerda para ocho días. Piden al indivíduo que se convierta en un esclavo para establecer la libertad para la humanidad. Es una lógica extraña. No digo que el sistema actual sea mejor. En realidad, sería difícil imaginar algo peor que lo que tenemos ahora. Pero sé que no va a mejorarse abandonando los pocos derechos que ahora tenemos. No creo que necesitemos más derechos: lo que creo que necesitamos es ideas más amplias. Joder, cuando veo lo que los abogados y los jueces intentan preservar, me dan ganas de vomitar. La ley no tiene la menor relación con las necesidades humanas; es una estafa perpetrada por un sindicato de parásitos. Coge simplemente un libro de derecho y lee un pasaje cualquiera en voz alta. Si estás en tu sano juicio, parece demencial. Y es demencial, por Dios, ¡si lo sabré yo! Pero, joder, si empiezo a impugnar la ley, tengo que impugnar también otras cosas. Me volvería chiflado, si mirara las cosas con ojos lúcidos. No puedes hacerlo… si no quieres perder el paso. Tienes que mirar de reojo, mientras avanzas; tienes que fingir que tiene sentido; tienes que hacer suponer a la gente que sabes lo que estás haciendo. Pero nadie sabe lo que está haciendo. No nos levantamos por la mañana y pensamos lo que nos traemos entre manos. ¡No, padre! Nos levantamos en medio de una niebla y nos movemos torpemente por un túnel oscuro y con resaca. Aceptamos el juego. Sabemos que es un fraude asqueroso y repugnante, pero no podemos evitarlo: no hay alternativa. Nacemos en una organización determinada, estamos condicionados por ella: podemos hacer algunas chapuzas por aquí y por allá, como en un barco que hace agua, pero no hay forma de rehacerla, no hay tiempo, tienes que llegar a puerto, o te imaginas que tienes que llegar. Naturalmente, nunca llegaremos. El barco se hundirá antes, créeme…»]

mondrian

06
Feb
09

30 años de Love will tear us apart.

Love will tear us apart (1979), by Ian Curtis (1956-1980).

Este tema fue grabado en noviembre de 1979 (el año en que nací) y es una auténtica joya musical.

Una pena que el boludo de Curtis se ahorcara el año siguiente. Menos mal que dejó su legado, sin el que muchos grupos posteriores no hubieran sido lo que son hoy.Y menos mal que los músicos de la banda fundaron New Order.

¡¡¡Larga vida al rock and roll!!!

05
Feb
09

Saviano y las palabras como balas.

Creo que resulta evidente la fascinación que me produce el escritor napolitano Roberto Saviano. Es un tío con unos huevos como balones medicinales y uno de los pocos hombres al que hoy en día se le puede llamar perdiodista y escritor; aparte de que el tío es atractivo, o al menos a mí me lo parece.

El joven y apuesto azote de la Camorra parece que estuvo ayer en Barcelona con motivo del Encuentro de Novela Negra que tiene lugar allí entre el 2 y el 7 de febrero. Y  lo está dejando muy claro el chaval. La Camorra va a por él y aunque no parece tener miedo sí que teme por su vida (está escoltado con al menos diez carabinieri); además, la Camorra se va beneficiar de la crisis financiera blanqueando el dinero de sus negocios ilegales a través de la banca; España es un paraíso criminal (eso ya lo sabíamos) para la Camorra y la mafia calabresa; así que aparte de Jesús Gil (que estará ardiendo en el infierno), Mario Conde, Roca, El Pocero y Julián Muñoz, tenemos a los delicados y sensibles criminales napolitanos campando a sus anchas por el territorio español. Qué bien, ¿verdad?

Saviano lleva una vida de mierda, según cuenta, y es que estar amenazado y escondido, sin amigos, ni familia, ni vida fuera de cuatro paredes que cada día serán distintas, rodeado de policías y detectives, tiene que ser un jodido infierno. Así que el tío para sobrellevarlo mejor se ha puesto a escribir otra vez y parece que tiene algunos relatos de ficción que publicará en breve, porque ya está algo cansado del fenómeno «Gomorra».

Ni que decir tiene que su «ópera prima» Gomorra es una genialidad digna de un maestro de la literatura y el periodismo y que ya pueden algunos profesores de la facultad de periodismo de Málaga incluirlo en los libros de lectura obligatoria en lugar de tanta bazofia de coleguitas de departamento; pongo el caso por ejemplo de Ferrán Fernández o Teodoro León Gross entre otros (que mandan comprar a sus alumnos sus mediocres obras creadas para cubrir el expediente de profesores de pacotilla).

Por último quiero destacar el artículo que le dedica hoy Alberto Olmos en diario Público, La palabra peligrosa, que me ha encantado y con el que estoy absolutamente de acuerdo.

Recuerden siempre que las palabras son como las balas y los hay a los que les encanta disparar a los malvados, por ser la única arma de que disponen. Si bien es cierto que cuando le disparan a uno no es agradable; a veces las palabras queman y pueden matar. Vivimos en un mundo en el que el silencio es el mejor refugio para no tener complicaciones. Pero no podemos callar. Saviano no debe callar.

Larga vida a la literatura comprometida y de verdad. Y que Dios proteja a Saviano.

01
Feb
09

The Big Bang Theory.

He descubierto, tarde, pero hallada al fin y al cabo, una serie de comedia muy «freak» bastante buena, a mi juicio, y que recomiendo desde aquí a todo el mundo. Se llama The Big Bang Theory, tiene sólo dos temporadas y por tanto dos años de existencia.

Sus protagonistas son dos jóvenes físicos (Leonard y Sheldon), que fueron niños superdotados y cuyo IQ es superior a 180. Con unos personajes así a veces cuesta coger el sentido de algunos gags (al menos a mí, que supongo que estaré en los 90 o 100 aproximadamente, o eso espero) relacionados con teorías físicas, paradojas, paradigmas, conjeturas, hipótesis. De hecho hay un capítulo en el que hablan del Efecto Doppler y un servidor, poco versado en materia física, tuvo que informarse para reírse de una situación muy cómica e ingeniosa. No obstante, tampoco es que se excedan en ese sentido, sino que se aprovecha más el hecho de que los protagonistas carezcan de habilidades sociales, sobre todo aquel cuyo coeficiente intelectual es mayor, para crear situaciones verdaderamente cómicas. Así, el más inteligente, Sheldon, tiene diversos transtornos de personalidad como el síndrome de Asperger o el trastorno obsesivo compulsivo, además de que es incapaz de detectar el sarcasmo.

Por otro lado, los protagonistas son también amantes de la Sci-Fi, los videojuegos, los cómic, las series de televisión, Internet, las nuevas tecnologías y todo lo que se os ocurra que pueda gustar a un friki (o geek, que es como los frikis se autodenominan en la red) que se precie. Y quizá este aspecto de la serie sea el más atractivo (hay un capítulo dedicado a la La Máquina del Tiempo de H.G. Wells) para los amantes de la ficción científica.

Pero sobre todo, lo mejor que tiene la serie es que te hace ver (no me meto en si es posible o no) que hasta las personas con coeficientes intelectuales astronómicos (entre 180 y 200) pueden cometer las más absurdas estupideces y comportarse de manera pueril e irracional. Supongo que habrá gente que ya lo sepa, pero a mí me resulta reconfortante imaginar que puedan existir superdotados que no sólo se relacionan con otros superdotados y que pueda ocurrir que alguna vez asomen la cabeza y se relacionen con el mundo de la inteligencia mediocre, es decir, el mundo en el que vivimos la mayoría de nosotros, pobres mortales, donde existe demasiada gente que se cree muy lista (políticos, banqueros, empresarios, economistas, periodistas, artistas, «escritorzuelos»).

Hablo por ejemplo de personajes televisivos como Carlos Blanco, niño prodigio y científico reputado con tan solo 22 años, incapaz de hablar de nada que no sea ciencia, filosofía, egiptología, historia o teología. Un ser divino alejado completamente de la cultura pop y todo lo que suene a coeficiente intelectual medio (o bajo). Me pregunto si habrá inteligencia más allá de los test de IQ. ¿Puede la estupidez humana medirse igual que la inteligencia? ¿Qué pasaría si alguien obtuviera un resultado exageradamente alto en ambos test? Paradoja.

En fin, yo no conozco a ningún superdotado en persona y dudo que los que existan sean como Leonard y Sheldon, pero si los conociera me encantaría formar parte de su club, aunque yo fuera el tonto del grupo. No es por nada pero en toda pandilla que se precie suele haber un tonto al que se quiere, no por su inteligencia, sino por su bondad, ¿o no? No sé, al menos a mí me pasa.

Bueno, no sé, pero antes de dejaros con parte del capítulo piloto de la serie, me  haré una última pregunta: el que te digan todo el tiempo cuando eres niño que eres un genio, ¿puede generar ciertos comportamientos de arrogancia, petulancia y engreimiento (variantes de la estupidez humana)?, siempre juzgado desde un punto de vista adscrito a las relaciones sociales e interpersonales; nunca poniendo en cuestión la innegable inteligencia superior.

Supongo que hablo guiado por la envidia de no tener un IQ de más 120 puntos que me convierta en un genio. En fin, qué se le va a hacer. En otra vida quizá.

Os dejo con la serie, que es buenísima.




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